"Te escribo en la noche del domingo, el momento que prefiero, porque es cuando me siento más sereno y desciendo hasta lo más íntimo de mi auténtico yo, en donde mi amor es más fuerte y profundo. Sabes ya que en tales momentos tengo el capricho de imaginar que en cierto modo nuestro amor nos deja a los dos solos en el mundo. Unidos, parecemos poseer una honda vida interior, al margen de todos los demás seres de la Tierra, y que no podemos mostrar, explicar o transmitirles. Al menos mi cariño quizá me aísla de todos los demás en los momentos más profundos, y me empuja a hablar con todo mi corazón y con toda mi alma a ti y sólo a ti."
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