"Haga lo que haga, vaya a donde vaya, sólo veo,
sólo recuerdo que te quiero,
te quiero y te quiero. No es simple
idolatría. Se trata, desde luego, de algo instintivo,
pero también lo he razonado hasta el punto
en que puedo ser razonable en lo que a ti se refiere.
He comparado tu pelo y tus ojos,
tu nariz y tu boca, tu figura y tu mente,
tu espíritu y tu ser todo con los de muchachas
a las que se supone poseedoras de una cierta
peculiaridad, y siempre, Frances, sólo quedas tú,
querida y adorable, por quien existo y espero.
Querida mía, no vivo en realidad cuando
estoy separado de ti, sólo espero,
¡y la esperanza se halla tan estrechamente ligada
al miedo!"
OGDEN NASH (1902-1971),
EN UNA CARTA
A FRANCES LEONARD.
20 DE SEPTIEMBRE DE 1929
No hay comentarios:
Publicar un comentario