Pero la mujer de Lot miró
hacia atrás y se convirtió en una
columna de sal.
Génesis
Y el justo siguió al enviado de Dios,
enorme y luminoso por el negro monte.
Pero alto a la mujer el ansia habló.
No es tarde, puedes aún mirar al horizonte:
las rojas torres de tu natal Sodoma,
la plaza en que cantaste, el patio donde hilabas,
las ventanas vacías en la casa que asoma,
donde al amado esposo hijos dabas.
Y miró y, paralizada de un dolor mortal,
sus ojos contemplar ya no pudieron;
y su cuerpo se hizo de transparente sal
y sus ágiles pies en la tierra crecieron.
¿Quién por esta mujer irá a llorar?
¿No es ella la menor de las pérdidas dadas?
Sólo mi corazón no va a olvidar,
a quien la vida entregó por una mirada.
Cómo iba a saber cuando de blanco vestidas
a mi estrecho refugio las musas llegaron,
que en la lira para siempre empetrecida
mis manos vivientes aquéllas posaron.
Cómo iba a saber cuando jugando
la última tormenta por mi alma venía,
que al mejor joven sollozando
los ojos aguileños cerraría.
Cómo iba a saber cuando, del éxito cansada,
del admirable destino tenté la suerte,
que pronto la gente reiría despiadada
en respuesta a mi suplicar ante la muerte."
ANA AJMÁTOVA
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