A LA MUERTE
¿Por qué no pues ahora - tú que seguro llegas?
Te espero - muchas son mis desgracias.
Ya apagué la luz y abrí la puerta,
a ti, cosa simple y extraña.
Toma para ello no importa qué aspecto.
Irrumpe tal proyectil envenenado,
o furtiva y con pesa, tal bandido experto
o con vapores de tifus impregnados.
O con un cuento por ti misma inventado
y al que ya hasta la náusea conocemos -
para que yo vea de la gorra azul el plato
y la palidez de miedo al casero.
A mí ya nada me importa. El Yenisei va removido.
Reluce la estrella polar
y el azul brillo de los ojos queridos
el último tormento cubrirá."
ANA AJMÁTOVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario